Unos de los días más increíbles,
impactantes, retadores y maravillosos
que Dios me regala cada año, ocurren durante el Campamento VIDA EXTREMA.
Cuando
esta aventura inició hace más de 10 años, no tenía ni idea de la magnitud del
regalo que estaba recibiendo. No podía
imaginar a cuantos increíbles jóvenes iba a tener el privilegio de conocer, de
abrazar, de ver sonreír, llorar, esforzarse y a veces hasta volar y romper
límites que jamás imaginaron!
¿Qué es VIDA EXTREMA? Es un sueño
hecho realidad. Pero debo reconocer que no mi sueño, ni el sueño del gran
equipo que Dios ha puesto a mi lado; va más allá. ¡Nuestro mejor sueño ha sido superado
completamente! ¿Cómo íbamos a pensar que 13 años después de aquel primer
campamento, Dios iba a seguir sosteniéndonos, respaldándonos como lo hace? ¡Nunca
pasó por nuestra mente que los bebés que nacieron el año que realizamos nuestro
primer campamento, iban a estar ahí 13 años después!
Definitivamente creo que
VIDA EXTREMA era un sueño de Dios, que Él quiso hacer realidad y simplemente nos
permitió formar parte de él. VIDA EXTREMA era parte del plan perfecto que Dios tenía
preparado para nuestras vidas y la de todos aquellos que de una u otra forma
hemos sido parte de él.
Cientos de jóvenes han llegado una
y otra vez sin saber muy bien lo que les espera y luego se van con una sonrisa en
el rostro; con lágrimas de felicidad, de
esperanza, de amor, de fuerza. ¡Es claro que nosotros no lo hacemos! ¿Cómo
podríamos?
Es claro que todo lo que ha pasado en VIDA EXTREMA a lo largo de estos
años solo se explica por la gracia de Dios. Él decide, Él pone los medios, las
personas, los recursos, abre puertas que al principio parecían imposibles de
abrir; El lleva a los jóvenes que deben estar ahí. Y finalmente, Él acude a la
cita; nos habla, nos permite sentir Su abrazo, Su presencia. Nos dice que Nos
Ama.
Ese es todo su objetivo, ver a Sus niños y recordarles que El sigue ahí,
que los sigue amando.
Alguien me dijo una vez: “Ese
campamento es solamente una diversión muy cara”. Luego Dios se encargó de
demostrar que es mucho más que eso. Más de una vez me han preguntado “¿Y por
qué lo haces? ¿Es a fuerza que lo hagas?” La respuesta es “no”, pero tengo que
hacerlo porque es una bendición que nos permite llevar más Amor, más luz; tanta
que nos alcanza y nos llena a todos los que estamos ahí.
Cada año es una lección
nueva, un reto diferente y el resultado siempre es el mismo: Dios nos sorprende
con Su Amor por nosotros!
¿Qué es VIDA EXTREMA para mí? Una
bendición no merecida por la cual solo puedo decir: ¡Gracias Jesús!
¡Gracias por
permitirme ver tus maravillas!
¡Gracias por el maravilloso equipo de soñadores
que has puesto a mi lado como guerreros, como como amigos, como hermanos!
¡Gracias por todos aquellos que han creído y se han sumado a esta aventura regalándonos
su talento, su fe, su amor!
¡Gracias por todos esos jóvenes a quienes nos has
permitido servir y por todos aquellos que han de venir!
Pero sobre todo, GRACIAS Jesús por creer en nosotros a pesar de todas nuestras fallas y errores. Gracias por
ser nuestro motor, nuestra fuerza, nuestra dirección.
GRACIAS DIOS POR SER
REAL. GRACIAS POR CUMPLIR TODAS TUS PROMESAS. GRACIAS POR AMARNOS TANTO.
Ayúdanos
a seguir acercando a los jóvenes a Ti y a que nuestras vidas sean tan EXTREMAS
como Tú quieres que sean.
Te amo Jesús!
Miguel
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